¿Por qué recomendamos el libro Humor y Amor?

 



Aquiles Nazoa: poeta venezolano 
Nació en Caracas el 17 de mayo de 1920
 Entre sus obras destaca:
El ruiseñor de Catuche (1950)
Caperucita criolla (1955)
Humor y Amor (1962)
Caracas física y espiritual (1970)
Vida privada de las muñecas de trapo (1975)


Entre nuestras tradiciones familiares de cuando era niña, había una que disfrutaba como ninguna otra y era aquella en la que mi mamá o alguna de mis hermanas afinaba la garganta para leer a viva voz y al azar algunos textos del libro Humor y Amor de Aquiles Nazoa.

Era un libro viejo y enorme, ya su desgastada portada demostraba el uso permanente que hacíamos de él en nuestro hogar. Yo apenas aprendía a leer pero en mi soledad me gustaba regresar a sus páginas a revivir la palabra del poeta y el acontecimiento del acto de la lectura en familia. Sin duda, Humor y Amor fue el libro fundacional de nuestra formación como lectoras de la palabra y de las cosas sencillas, las cuales requieren de una mirada atenta y una valoración profunda y filosófica.


Aquiles Nazoa nos brindó los hilos de plata con los que fuimos tejiendo nuestro mundo poético, un mundo íntimo pero fuertemente ligado a referentes culturales universales y particulares de la venezolanidad. Gracias a este libro fundamental viene nuestro amor por la infancia porque la sencillez de Aquiles se expresa en la atención infantil que hace a las cosas que observa y que cuenta con gracia y ternura.






Humor y Amor contiene más de doscientos poemas y diecisiete piezas teatrales escritas en su mayoría en verso, caracterizadas por el fino humor del poeta, son una divertida sátira sobre las situaciones cotidianas de la vida social y política del país. Pero en estas líneas, más que describir la obra, de la que bastante se ha dicho, queremos hablar sobre la experiencia de lectura de unas niñas que se iniciaron en el mundo literario con la obra de Aquiles Nazoa gracias a una madre que dejó que viviéramos esa experiencia en plena libertad.

Parte de los textos que componen el libro que hoy nos ocupa pudiesen ser catalogados en el ámbito de la literatura infantil, sin embargo, Aquiles no escribió bajo etiquetas académicas sino que se dedicó a dignificar y a engrandecer lo minúsculo, lo sencillo, lo que poco es tomado en cuenta por la visión adulta: el perro callejero, el pandehornero, el sepulturero o la gallina.

Las lombricitas

Mientras se oía
desde una rosa
la deliciosa
marcha nupcial
que con sus notas
creaba un ambiente
completamente
matrimonial.

Dos lombricitas
de edad temprana, 
cierta mañana
del mes de abril
solicitaron
en la pradera
al grillo, que era
jefe civil.

Al punto el grillo
con dos plumazos
ató los lazos
de aquel amor.
Las lombricitas
se apechugaron
y se mudaron
para una flor.

Tras una vida
dulce y risueña,
con la cigueña
las premió Dios.
Y cuando abrieron
las margaritas,
las lombricitas
ya no eran dos.

La primorosa
recién nacida
pasó la vida
sin novedad.
Y al cuarto día
de primavera
ya casi era
mayor de edad.

Quiso ir entonces
a una visita,
y su mamita
le dijo: -¡No!
Mas de porfiada
salió a la esquina
y una gallina
se la comió.


Lo que nuestra madre hacía de la lectura de este texto no era, precisamente, encasillar la grandeza de la palabra en una enseñanza moral, más bien nos invitó a disfrutar de su musicalidad, genialidad y gracia, nunca conversábamos sobre lo que "entendíamos de un poema" sino que nos invitaba a recitarlo por el simple placer de divertirnos juntas. Imaginarmos a la gallina comiéndose a la pobre lombriz era mejor que responder cuestiones en torno al respeto a la autoridad o la inseguridad del mundo exterior.

Nos invitaba, como nos invita Aquiles con su obra, a ir del mundo al texto y viceversa. Cuando veíamos una gallina escarbar en la tierra, pensábamos en Las lombricitas recién casadas y cuando leíamos Adiós a la plaza de Capuchinos no podíamos evitar recordar el cursi palomar de aquella plaza por la que transitábamos cotidianamente en nuestras largas vacaciones en Caracas, ahí, cerquita de donde vivió el poeta.






Nuestro vínculo con el Humor y Amor están relacionados a la voz poética del autor y a la voz entonada de nuestra madre o hermana, al hogar que nos abrigaba y a las tardes de brisa de la ciudad, todo ello como parte de una misma experiencia de lectura en familia. El Humor lo ponía Aquiles con sus formas de decir y el Amor lo ponía nuestra madre generando el espacio para la ensoñación y la diversión: 


Un sainete o astrakán
donde en subidos colores
se les muestra a los lectores
la torta que puso Adán

El drama pasa en el cielo
y en los tiempos patriarcales
en que Adán era un polluelo
y el mundo estaba en pañales.

Al levantarse el telón
es San Miguel quien lo sube;
llega Dios en una nube
y así empieza la cuestión
...


Un libro sobre las cotidianidades del pueblo, de la Caracas de antaño, sobre las tradiciones venezolanas y también sobre referentes universales expresados en un lenguaje poético con una gran calidad expresiva pero de forma directa y sencilla, así es el Humor y Amor de Aquiles Nazoa.

Un espacio para el disfrute de la infancia, para el juego libre en ese lenguaje poético, para la relación con ese mundo simbólico de una forma natural, divertida y amorosa, así es la experiencia que podemos propiciar en nuestros hogares.

Te invitamos a leer Humor y Amor de Aquiles Nazoa.

Cuéntanos tus experiencias de lectura en familia.


Por Nancy Cavallaro Orence
Docente, promotora de lectura y
creadora de contenidos para niñas y niños.




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